miércoles, 30 de mayo de 2012

Somos


Curiosamente, los momentos de la vida en los que se consolida la forma de ser de una persona son aquellos en los que esta debe abatir y traspasar todas las barreras. Esos en los que te sientes solo, inseguro, ahogado en los problemas que parecen no tener solución. Debes caer, herirte, conseguir tus propios medios para volver arriba.  Aunque parezcan insignificantes, esas pequeñas cosas te dan valor y sentido. Una persona se forma por esos logros alcanzados tras duros golpes, tras desilusiones y fracasos.
Y es así, la vida no te la ofrecen como algo que disfrutar sin más. El precio que pagas por ella a veces no es agradable, pero siempre, al final, consigues llegar a convertirte en esa persona que se mencionaba en las instrucciones de uso. Puedes y debes, y lo harás: permítete el sentir por los demás, pero no olvides guardar tus secretos más valioso siempre contigo, ya que una gran mayoría de las veces solo querrán aprovechar tu vulnerabilidad.  

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