lunes, 21 de noviembre de 2011

Sube con fuerzas

A decir verdad la vida es algo así como subirse a lo alto de una farola, una de esas farolas que iluminan las calles. ¿Quién no ha intentado nunca subirse a lo más alto, sin conseguirlo por temor a la caída? Queremos llegar a la cima de inmediato, sin habernos caído antes. La experiencia de cada uno se obtiene de esas caídas, de esos retos fallidos. Deberíamos tener todo el tiempo del mundo para aprender de nuestros errores y llenar así nuestra mochila de experiencias que nos sirvieran como pautas a seguir, pero esto no es posible. La vida de hoy en día nos obliga a correr a gran velocidad, a preocuparnos solo por nosotros mismos, a procurar alcanzar la cima antes que nadie. Y digo yo, ¿qué importa llegar antes o después si, al fin y al cabo, todos terminaremos por llegar? Al final todos lograremos superar el reto de escalar hasta lo alto de esa farola, y lo que importará en ese momento, no será la velocidad a la que hayamos corrido ni el puesto que hayamos obtenido. Lo que realmente contarán serán las experiencias que hayamos vivido y la compañía que tendremos a nuestro lado.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Frases

Hay miles de frases con las que una persona se puede sentir identificada. A veces son frases famosas, reconocidas por todo el mundo; otras, sin embargo, son simples palabras que conforme van atravesando tus oídos se desvían levemente y rozan una esquinita de tu corazón. Pueden ser frases que carezcan de sentido para la mayoría, frases acusadas de cursis o difíciles de interpretar, incluso imposibles de entender.

¿Quién sería capaz de definir cada momento de su vida, cada instante de felicidad, de duda, indecisión, soledad... con algo fácil de comprender? Es imposible. Los estados de ánimo no se expresan con palabras claras, con sencillas oraciones que tienen un sujeto y un verbo que determina la acción. No. Las cosas realmente importantes se demuestran con miradas, con sintagmas enrevesados, con sonrisas..con besos.

Ha de extrañarte ver a personas llorar con una canción, quedarse embobadas al escuchar pronunciar ciertas palabras, al oír un sonido o simplemente el silencio. Quizás no sea esa persona la incomprensible. Tranquilo, no desistas, en algún momento serás tu el que encuentre esa frase que hace que todo lo que te rodea se convierta en insignificante.